“¡Oh cruz fiel!, el más noble
de los arboles…”
Misal Diario (1964)
INTRODUCCIÓN
El
emblema o símbolo del coriano cristiano, es su cruz fundacional a los que todos
llaman “la cruz de san Clemente”, ubicada en pleno centro histórico de la
ciudad. Cruz tomado del árbol del cují, según la tradición, allí donde se
presenció la primera misa en estas tierras de occidente y donde se bautizó el
Cacique Manaure junto con su familia. Desde siempre, la cruz latina de madera
con su monumento de mampostería irradia belleza, cultura y religiosidad para
todas las personas que la visitan y la contemplan, dejando un ejemplo de historia
pero también de conservación y preservación de las obras sagradas de la ciudad
de Santa Ana de Coro.
GÉNESIS DE LA CRUZ Y DEL MONUMENTO
La cruz de madera que se exhibe en su custodia de mampostería en la
llamada plaza de San Clemente, (antiguo lugar conocido como riberas del rio
Coro), hoy denominada “Plaza de Ampíes”, media dicho conjunto escultórico-arquitectónico
entre los templos de San Clemente y San Francisco. La cruz es tomada del árbol de
cují negro, cuyo nombre científico es: Prosopis Juliflora, típico árbol de la
zona o región falconiana (confirmado por el Ing. Forestal Jorge Leal); donde, según
la tradición, debajo de sus sombras se celebró la primera misa, (y no como lo
plantean en varios portales o blog en internet: la cruz, “…es usada en la
primera misa…”).
En la ceremonia estuvieron visitantes españoles, entre ellos, Juan de Ampíes,
y la comunidad indígena de los Caquetios, habitantes del lugar; cuya fecha del
acto religioso fue el 23 de noviembre de 1528, día de San Clemente (Arcaya,
1977). Es de acotar, que ese mismo espacio se bautizaron cristianamente el
cacique Manaure como Martin Manaure y su gran familia. López (1993) afirma que
la misa la ofició “el padre Mercedario Antonio Merino que servía de capellán en
la expedición de Juan de Ampíes” (p. 463).
Bajo aquel cují en plena ceremonia ritual cívico-religiosa se unieron
simbólicamente dos continentes, dos héroes, dos hombres, creando así un nuevo inicio
de la historia coriana. Narra el Br. Faustino López, citado por Sánchez (1970)
“que a la sombra del frondoso cují el
Gran Manaure se reunía con los representantes de su extenso reino en Consejo de
Gobierno”, y agrega lo siguiente: “de
este árbol aquellos fundadores labraron la cruz que posa ahora colocada en un
pequeño monumento…” (p. 226). En la base del monumento aparece en una de
las tres placas de mármol donde reza en latín antiguo lo siguiente: Haec crux
eadem est quae a Juanne Ampues in hoc loco erecta fuit anno MDXXVII. A lo que
se traduce al español: “Esta es la misma cruz que erigió en este lugar Juan de Ampíes. Año 1527”.
En cuanto, el monumento o templete tipo baldaquino donde se exhibe hoy
la cruz de madera lo mandó a construir con ladrillo, mampostería y cal, el
general Juan Crisóstomo Falcón, de tardía estructura barroca en el año de 1866;
(lamentablemente no tenemos los nombres y apellidos del hábil albañil que la edificó,
ni el carpintero que labró la cruz). En dicho templete, aún se conserva una
segunda placa donde se explica quién fue el que la mandó a erigir dicho
monumento en pleno siglo XIX, la misma se lee en latín: A magno Cive Joannie C.
Falcón hujus Reipublicae Praesidie in honorem venerabilis redemptionis signi
hoc consecratur monumentum. MDCCCLXVI Puede traducirse al español: Un gran
ciudadano Juan C. Falcón presidente de esta república, en honor de la venerable
redención dedica este monumento. 1866.
DESCRIPCIÓN DE LAS OBRAS DE
ARTE
La cruz labrada a mano es de madera de cují, cuyas medidas son, el
cuerpo de alto (vertical) 2,30 cm y 1,30 cm (horizontal) de ancho su brazo, sus
dos tablones tanto horizontal y vertical son de poco ancho y espesor de 10 cm
cada una, unidas o soportadas con un clavo o perno de madera de gran tamaño en
medio de las mismas. Se aprecian sus vetas y su trabajo de restauración en los
brazos de la cruz.
El templete está pintado de color blanco y ocre, es un trabajo sencillo muy
poco decorado con elementos geométricos, su estructura es de forma cuadrada
dividida en tres partes, la primera, su cabeza, muestra una cúpula octogonal con
cinco pináculos, uno en cada esquina, y el último pináculo en el centro, que
remata el conjunto, es diferente y más alto que las demás. El segundo es el
cuerpo del templete, presenta cuatro nichos de medio punto en sus cuatro caras,
antes de culminar dichos nichos en sus extremos aparecen unas molduras y en el
centro un octágono. Y por último, en el pie del monumento, existe un zócalo
decorado con rombos horizontales por sus cuatro partes y tres placas. Adentro baldosas
cuadradas rojas la cubre y en el centro del mismo sobre un pedestal blanco sujetada
con tornillos se exhibe la imponente cruz latina. Las rejas metálicas de hierro
fundido decoradas de color verde que cubren los nichos del monumento, son
trabajos elaborados a finales de la década de los 60 del siglo pasado. El
templete mide de ancho y espesor 3,20 cm y de altura 5,20 cm aproximadamente.
ALGUNOS HECHOS OCURRIDOS
Años han pasado y la cruz con su monumento, se mantiene in situ expuesto
bendiciendo a todos quienes la visitan, a pesar de estar en pleno espacio libre
recibiendo los rayos del sol, salpicadura de lluvia y los vientos cálidos de la
ciudad, la cruz se conserva en buen estado. Pero hay mucho de qué decir de estas
obras de valor patrimonial que venera el coriano en plena zona colonial.
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Después de 27 años de la inauguración
del templete en dicha plaza de san Clemente, la junta de la “Sociedad Alegría”
en el año de 1893 le pide en un oficio al General Luis Echeverría, siendo este
el Jefe Civil, Militar y Presidente del Consejo Municipal del Departamento
Coro, para que la plaza llamada san Clemente se cambie su nombre por “Plaza
Ampíes”. Dicha petición se cumplió el 26 de marzo de 1893. Para la fecha de hoy
el nombre se conserva, sólo que la población coriana la sigue llamando Plaza
san Clemente.
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El presidente provisional del estado
Falcón General Pedro Linares, estrenó el himno regional en la Plaza san
Clemente de Coro el 23 de mayo de 1905, con motivo de celebrarse en el país la
fiesta del árbol. (López, 1993)
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En el año de 1928 se celebró en la
ciudad de Coro el Segundo Congreso mariano venezolano, las autoridades
eclesiásticas y civiles de cada estado de Venezuela, junto con el pueblo
falconiano, celebraron una misa solemne en la plazoleta de san Clemente, cerca
de la Cruz del cují donde se dispuso un lujoso altar para la celebración
eucarística, y utilizando como retablo el monumento con su cruz. Con esta
actividad litúrgica se da apertura al mencionado congreso el día 7 de diciembre del mencionado
año.
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En los años cuarenta, estuvo el caso
presentado por el Obispo de Coro de aquel entonces, Monseñor Francisco José Iturriza
Guillen, quien propuso a la ciudad un majestuoso monumento de 20 metros de
ancho por 25 de largo y 22 metros de espesor en el mismo sitio donde está el
monumento o templete de Juan Crisóstomo Falcón para eliminar este último. El diseño,
fue elaborado por el ingeniero Dr. Tomás Marzal Zárraga, quien planteó en la
parte superior una enorme cruz de mármol, debajo de ella una capilla y adentro,
un relicario donde se resguardada la cruz fundacional. En el año de 1945, se
colocó y bendijo la primera piedra para tal propuesta en presencia de las
autoridades civiles, militares y eclesiásticas y el proyecto no se realizó; (nos
suponemos porque ya estaba en vigencia la Ley de Conservación y Protección de antigüedades
y obras artísticas de la nación).
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A pesar de todo ello, el estado
regional estaba conscientes de que se destruiría uno de los elementos icónico
de la ciudad y de un bien artístico histórico, por el sólo capricho de crear un
ostentoso monumento moderno que no tiene valor patrimonial ni identidad coriana.
Las mismas autoridades civiles, crea una Junta pro Conservación del Acervo
Histórico del Estado en el año de 1954 (Boletín del Centro de Historia del Edo.
Falcón, 1954- 1955) y hace miembro de la misma a Mons. Iturriza, quien fue el que
pensó y dio paso a tal propuesta de destrucción del monumento, como se explicó
arriba de este párrafo.
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Décadas más tarde se desempolvó la
propuesta y se retomó la idea en la Asamblea Nacional Bolivariana celebrada en
Coro en el año de 1966; a pesar que el Estado venezolano le otorgó a la Cruz y
su monumento, la dignidad de Monumento Histórico Nacional en la Gaceta Oficial
No 26 210, del 18 de marzo de 1960. Los miembros de la Sociedad Bolivariana pidiéndole
al ejecutivo nacional, por órgano del Ministerio de Relaciones Interiores,
decrete la erección del Monumento a la Cruz de San Clemente conforme a los
proyectos presentados. Dicha propuesta tampoco se concretó. A pesar de ello,
hubo ciudadanos corianos que insistían en cambiar el monumento. Está el caso
del artículo tomado del libro de Curiana, de Rafael Sánchez, (1970) donde escribe
sobre la cruz y el menosprecio al sencillo templete:
Esta cruz que es
conocida con el nombre de Cruz de San Clemente, está pobremente protegida por
un templete de dudoso gusto que reclama el ser sustituida por un monumento más
acorde con la significación histórica de la reliquia conservada. (p. 32)
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Otro hecho que se realizó en la
plazoleta al frente de la cruz y su monumento, fue el día 13 de julio del año
1997, la iglesia católica falconiana peregrinó en torno a la cruz de san
Clemente para celebrar los 500 años de la evangelización con una solemne
celebración eucarística y la bendición con el Santísimo Sacramento. La tercera
placa que está en la base del monumento explica dicho acontecimiento:
El pueblo santo de Dios que peregrina en Venezuela
unidos a sus pastores renovó la fe en Jesucristo
Mesías y salvador al conmemorar
Los quinientos años de la evangelización
A la sombra de esta santa cruz de san Clemente
Estandarte de la fe cristiana
Coro raíz dela fe 13 de julio de 1997
Año del Señor.
Hoy día se puede observar
que la plaza san Clemente es un sitio donde se siguen inspirando los poetas,
cantores, pintores y artesanos para elaborar con lujo y detalle el monumento
con su cruz. Además, existen los puestos de los policías turísticos quienes
están en la plazoleta resguardando estos patrimonios históricos.
SU ESTADO DE CONSERVACIÓN
En el 1985 los representantes de la gerencia de Relaciones Públicas de
la empresa LAGOVEN y por intermedio de su refinería de Amuay, fueron los
encargados de costear la restauración y consolidación de la cruz de san
Clemente en la ciudad de Coro. Dicho trabajo de restauración fue desarrollado
por el lic. Fernando Tovar Pantin quien se destacó en implementar en las
grietas de la madera de cují unos “tacos” de madera de forma cuadrada y luego asistida
toda la madera con un brillo semibrillante para su protección. Se entronizó la
cruz nuevamente a su monumento el mismo año donde estuvo presente Mons.
Francisco José Iturriza Obispo Emérito de Coro, seminaristas, religiosas y
laicos. Según estudio a la obra del citado restaurador, “nos enteramos de que
antiguamente la cruz estaba pintaba simbólicamente de verde” (González, 1994,
55)
La cruz
y su monumento requieren hoy día un trabajo de conservación por especialistas, ya
que se observan en algunas de las paredes del templete que están golpeadas, han
perdido su friso y pintura. Por otra parte, en la cruz requiere un proceso de
limpieza y remoción del barniz oxidado para una nueva incorporación del mismo.
Además, se solicita con urgencia un nuevo tratamiento y protección a la madera
ya que las vetas se abrieron dejando unas enormes grietas. Y también se
necesita una fumigación a toda la pieza ya que al final del madero vertical en
su base se aprecia galerías de comején. Allí se toma literalmente el grito de
los versos de Alí Primera, cuando recita en una de sus estrofas de la canción
“El Coro triste de mi canción”:
La canción del paisano
Se quedó en las manos
brillantes
De los hombres de arena
Mientras la cruz de san
clemente
Muere de comején y pena.
DE MANERA DE CONCLUSIÓN
Rescatemos todos con orgullo, estas joyas de arte coriano que nos
identifican como pueblo, como lo son la cruz fundacional y su templete, para
que en el año 2018, podamos celebrar sus 491 años de aquella primera misa cantada
en tierra coriana, los 152 años de la creación del templete, y los 33 años de
su última restauración. Para poder seguir contemplando estas reliquias
patrimoniales que fueron y seguirán haciendo protagonistas de nuestra historia
coriana.
Dr. Nohé Gonzalo Gilson Reaño
Docente- Investigador UNEFM
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
Arcaya, Pedro (1977) Historia del Estado Falcón. Bibliotecas
de autores y temas falconianos. Caracas.
Arcaya, Pedro (1995) Obra inédita y dispersa. UNEFM. Coro.
Boletín del Centro de Historia del
Estado Falcón. (1954-1955) Coro.
González, Carlos (1994) Coro donde empieza Venezuela. CAPACO. Caracas.
López, Raúl (1977) Aspectos Históricos más resaltantes de la
provincia de Coro.
López, Raúl (1993) Memoria Histórica Falconiana. Talleres
tipográficos de Miguel García e hijos. Caracas.
Sánchez,
Rafael, (1970) Curiana. Serria.
Caracas.