martes, 6 de septiembre de 2016



Santo Tomas de Aquino entre la razón y la fe


“La fe sin razón es ciega; la razón sin la fe es vacía”
Santo Tomás de Aquino

Tomás de Aquino nació en el año de 1225 en el castillo de Roccasecca, entre Napoles y Roma, en el seno de una familia numerosa y aristocrática. A la edad de cinco años estudió en la abadía de Montecasino aprendiendo gramática, latín, música, moral y religión, permaneció en dicho monasterio hasta el año 1239. Ingresa luego a la orden de los dominicos en Nápoles como novicio. Estudió Filosofía y teología obteniendo de esta última el doctorado. Por su apariencia robusta y por ser silencioso sus compañeros religiosos lo apodaron “el buey mudo”, más tarde fue conocido como el “doctor angélico” tanto por su inteligencia como por su pureza de vida.

A través de la orden de los dominicos y de la ayuda de su maestro San Alberto Magno, el joven Tomás analizó la filosofía de San Agustín de Hipona, la grecoárabe y la de Maimonides que para la época era lo que se estudiaba en las universidades y en los centros de cultura occidental. A recibir el doctorado a la edad de 27 años el papa Urbano IV lo invitó a formar parte de la corte pontificia para que participara como instructor y colaborador de la Iglesia.

Luego Tomás se dedicó a la enseñanza en varias universidades de Italia desde los años 1259 hasta el 1274. Entre esas décadas estudió los valores de la fe y la razón, porque según él la razón puede y debe integrarse a la fe. Esa relación la soluciona de la siguiente manera:

a)      Distinción entre razón y fe: La razón se conoce de abajo hacia arriba a través de los sentidos; la fe se conoce en cambio de arriba hacia abajo, a partir de la revelación divina,
b)      No contradicción: las verdades racionales y las verdades de fe no pueden estar en contradicción.
c)       Zona de confluencia: Tomás niega la doble verdad, que es una contradicción entre la verdad racional y verdad revelada.
d)      La teología como ciencia mixta: La teología utiliza los principios de la filosofía para explicar lo que en ella  se enseña.

Tomó los conceptos filosóficos del griego Aristóteles como son: acto, potencia, materia, forma, esencia y existencia, y lo fue integrando y creando un marco teórico para asegurar un lugar de convergencia, convivencia y resguardo de la fe y la razón. Con esa nueva propuesta filosófica- teológica se enfrentó Tomás de Aquino con la teoría  místico- platónico que defendió los franciscanos.

El religioso Aquino enseñó en las distintas universidades que la filosofía y teología eran distintas pero complementarias a la vez a través de la razón. Relacionó el sistema complejo de Aristóteles y lo interpretó bajo las premisas del hombre cristiano, de Dios y de la Iglesia. El intento de santo Tomas de unir el pensamiento Aristotélico y la teología ayudó a que la  filosofía se independizara de las concepciones teológicas.

En el año de 1272 el Aquinatense (llamado así por su apellido) abandonó sus actividades docentes y de escritor por motivo del cansancio y algunas revelaciones divinas que lo consumió. Murió muy joven en el año de 1274 a la edad de 47 años cuando se trasladaba al Concilio de Lyon convocado por el papa Gregorio X. Sus grandes obras fueron: la Suma Teológica (dejó inconcluso con 14 tomos), la Suma Contra los Gentiles, Del ente y la esencia y los Comentarios a las obras de Aristóteles.

"Si alguien quiera escribir en contra de mis soluciones, será para mí un placer.
En realidad no hay mejor manera de descubrir la verdad y confutar el error
que defenderse en contra de los oponentes”
Santo Tomás de Aquino.


Dr. Nohé Gonzalo Gilson Reaño

No hay comentarios:

Publicar un comentario