El Aprendizaje
Significativo en los museos
“El conocimiento existe…es un proceso pasivo,
asimilativo,
sumativo, sistemático y lineal de aprendizaje”
Pastor H.
El aprendizaje significativo se había considerado que es
un trabajado para los maestros en el campo educativo específicamente en lo
formal, es decir, en las instituciones escolares; “se trata de que el alumno modifique sus esquemas para construir otros
nuevos” (Manual de la educación, 1997: 132).
Por lo tanto, el aprendizaje significativo tiene lugar cuando
el sujeto que aprende se relaciona con el cuerpo de conocimientos que ya posee,
es decir, cuando establece un vínculo entre el nuevo material de aprendizaje y
los conocimientos previos. El sujeto deja de ser un mero receptor pasivo para
convertirse en un elemento activo y motor de su propio aprendizaje.
Ya a mediados del siglo XX en Venezuela, el llamado
aprendizaje significativo se involucra también en otras áreas del saber, como
es el caso de los museos. Es por ello, que el espectador (ya sea niño o
adulto), dentro de una sala expositiva, fortalece las actitudes
biopsicosocioafectivas frente a la obra artística, exploradas con lo que ya
había estudiado anteriormente (experiencias propias y lógicas) y los canales
sensoriales. Todo esto, a través del proceso de “formación y asimilación” (Ausubel, 2002: 61). El aprendizaje
adquirido le sirve para su propia formación personal y/o profesional, lo
utiliza en su acontecer diario ya que es valorado para él como primordial y
útil.
En este orden de ideas, el contemplador
no sólo adquiere un aprendizaje significativo con los objetos artísticos en las
salas expositivas, sino también, de todos aquellos elementos que se exhiben en
las salas de los museos (situaciones reales) como los dispositivos pedagógicos,
la distribución adecuada de los objetos en el espacio, una ordenada
iluminación, climatización y los acertados colores en dichas salas. Si se
pudiese lograr esa verdadera metacognición (aprender a aprender) el individuo
acepta en su mente la adquisición, la asimilación y la retención de esos nuevos
conocimientos para construir un nuevo aprendizaje, que de seguro, lo hará más pensante y activo en su ambiente social.
Para que se consigan aprendizajes
significativos en un ambiente educativo, según Ausubel (2002) es preciso reunir
las siguientes condiciones:
a)
El contenido propuesto como objeto de aprendizaje debe
estar bien organizado, de manera que se facilite al alumno su asimilación
mediante el establecimiento de relaciones entre aquél y los conocimientos que
ya posee. Junto con una buena organización de los contenidos, es precisa además
una adecuada presentación por parte del docente, que favorezca la atribución de
significado a los mismos por el alumno.
Se
puede analizar en este párrafo que el aprendizaje significativo en el ambiente
escolar tiene que existir una organización del contenido. De igual manera en
los museos, si las salas expositivas no brinda un ambiente que facilite el
aprendizaje su aporte educativo es nulo, ahora, si dichos ambientes están
organizados estratégicamente, las piezas museables tanto espacialmente como
técnicamente facilitan un aprendizaje significativo para todo aquel que los
visitan.
b)
…es preciso
además que el alumno haga un esfuerzo por asimilarlo, es decir, que manifieste
una buena disposición ante el aprendizaje propuesto. Por tanto, debe estar motivado para ello, tener interés y
creer que puede hacerlo.
Trasladando
esta cita al escenario museográfico, el contemplador es un elemento más del
museo, es decir, hay que integrarlo al ambiente para que se dé el proceso de
comunicación y de asimilación entre el observador y lo observado (obra de arte). De esta manera el equipo que organiza los
montajes de las exposiciones (Museólogo, conservador, educador, entre otros) deben
ver al visitante como un ser de especial interés en los espacios de los museos,
que él se sienta a gusto, se inspire y pueda a través de esta relación existir
un aprendizaje significativo.
c)
Las condiciones anteriores no garantizan por sí solas
que el alumno pueda realizar aprendizajes significativos, si no cuenta en su
estructura cognoscitiva con los conocimientos previos necesarios y dispuestos
(activados), donde enlazar los nuevos aprendizajes propuestos. De manera que se
requiere una base previa suficiente para acercarse al aprendizaje en un primer
momento y que haga posible establecer las relaciones necesarias para
aprender." (Sánchez, 1995: 23)
Por
tal motivo, al hacer referencia a los ambientes museísticos todo público
adquiere un aprendizaje dentro de las salas donde se exhiben las colecciones, ya
que existe un aprendizaje previo a base de vivencias o investigaciones
personales. Y es allí, junto con las obras artísticas y el escenario expuesto existe
una asimilación de enseñanza absorbida por el contemplador donde se entrelazan
los viejos y nuevos aprendizajes para el goce interno.
Por otra parte, Ausubel (2002) plantea algunas ventajas
del aprendizaje significativo:
-
Produce una
retención más duradera de la información.
-
Facilita el
adquirir nuevos conocimientos relacionados con los anteriormente adquiridos de
forma significativa, ya que al estar claros en la estructura cognitiva se
facilita la retención del nuevo contenido.
-
La nueva
información al ser relacionada con la anterior, es guardada en la memoria a
largo plazo.
-
Es activo,
pues depende de la asimilación de las actividades de aprendizaje por parte del
alumno.
-
Es personal,
ya que la significación de aprendizaje depende de los recursos cognitivos del
estudiante.
En atención a lo antes
expuesto, los Museos son ambientes naturales de aprendizaje significativo
porque involucran la curiosidad, la sorpresa, el descubrimiento, la
observación, los sentidos, la puesta en relación de ideas e imágenes. La
educación en museos debe incentivar a los visitantes para que se estimule sus
capacidades de reflexión y construcción del conocimiento a todo lo largo de su
vida, evitando hacerle el juego a la educación memorística que impone un
contenido fabricado externamente y sustentado en la autoridad.
Para finalizar, todos y cada
uno de los pasos antes nombrados dan un entendimiento en cuanto a lo que se pretende
buscar en los museos, es decir, que los visitantes espectadores puedan tener en
las salas expositivas un encuentro con el arte, la historia, y a su vez, consigo
mismo educándose por medio de las obras en sí, los diversos elementos
didácticos y técnicos que se exhiben dentro de estos espacios. Por tal razón,
las actividades de guía y orientación en cualquier ambiente educativo es una
actividad fundamental para cualquier acto de aprendizaje ya que la persona
focaliza la idea y los conceptos para que exista un proceso de atención y
codificación dando como resultado un aprendizaje significativo (Díaz y
Hernández, 2006: 146))
Bibliografía
Consultada
Ausubel, D.P. (2002). Adquisición y retención del conocimiento.
Una perspectiva Cognitiva. Ediciones Paidos. Barcelona.
Díaz Frida y Hernández Gerardo
(2006). Estrategias docentes para un aprendizaje
significativo. 2da. Edición. McGraw-Hill Interamericana. México
Manual de la educación. (1997). Editorial Océano. Barcelona.
Sánchez, Iniesta. (1995). La construcción del aprendizaje en el aula.
Bs. As. Magisterio de Río de la
Plata.
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