martes, 6 de septiembre de 2016



El Aprendizaje Significativo en los museos

“El conocimiento existe…es un proceso pasivo, asimilativo,
sumativo, sistemático y lineal de aprendizaje”
Pastor H.

            El aprendizaje significativo se había considerado que es un trabajado para los maestros en el campo educativo específicamente en lo formal, es decir, en las instituciones escolares; “se trata de que el alumno modifique sus esquemas para construir otros nuevos” (Manual de la educación, 1997: 132).
           
            Por lo tanto, el aprendizaje significativo tiene lugar cuando el sujeto que aprende se relaciona con el cuerpo de conocimientos que ya posee, es decir, cuando establece un vínculo entre el nuevo material de aprendizaje y los conocimientos previos. El sujeto deja de ser un mero receptor pasivo para convertirse en un elemento activo y motor de su propio aprendizaje.

            Ya a mediados del siglo XX en Venezuela, el llamado aprendizaje significativo se involucra también en otras áreas del saber, como es el caso de los museos. Es por ello, que el espectador (ya sea niño o adulto), dentro de una sala expositiva, fortalece las actitudes biopsicosocioafectivas frente a la obra artística, exploradas con lo que ya había estudiado anteriormente (experiencias propias y lógicas) y los canales sensoriales. Todo esto, a través del proceso de “formación y asimilación” (Ausubel, 2002: 61). El aprendizaje adquirido le sirve para su propia formación personal y/o profesional, lo utiliza en su acontecer diario ya que es valorado para él como primordial y útil.

             En este orden de ideas, el contemplador no sólo adquiere un aprendizaje significativo con los objetos artísticos en las salas expositivas, sino también, de todos aquellos elementos que se exhiben en las salas de los museos (situaciones reales) como los dispositivos pedagógicos, la distribución adecuada de los objetos en el espacio, una ordenada iluminación, climatización y los acertados colores en dichas salas. Si se pudiese lograr esa verdadera metacognición (aprender a aprender) el individuo acepta en su mente la adquisición, la asimilación y la retención de esos nuevos conocimientos para construir un nuevo aprendizaje, que de seguro, lo hará más  pensante y activo en su ambiente social.

Para que se consigan aprendizajes significativos en un ambiente educativo, según Ausubel (2002) es preciso reunir las siguientes condiciones:

a)                            El contenido propuesto como objeto de aprendizaje debe estar bien organizado, de manera que se facilite al alumno su asimilación mediante el establecimiento de relaciones entre aquél y los conocimientos que ya posee. Junto con una buena organización de los contenidos, es precisa además una adecuada presentación por parte del docente, que favorezca la atribución de significado a los mismos por el alumno.

            Se puede analizar en este párrafo que el aprendizaje significativo en el ambiente escolar tiene que existir una organización del contenido. De igual manera en los museos, si las salas expositivas no brinda un ambiente que facilite el aprendizaje su aporte educativo es nulo, ahora, si dichos ambientes están organizados estratégicamente, las piezas museables tanto espacialmente como técnicamente facilitan un aprendizaje significativo para todo aquel que los visitan.

b)                            …es preciso además que el alumno haga un esfuerzo por asimilarlo, es decir, que manifieste una buena disposición ante el aprendizaje propuesto. Por tanto, debe estar motivado para ello, tener interés y creer que puede hacerlo.

            Trasladando esta cita al escenario museográfico, el contemplador es un elemento más del museo, es decir, hay que integrarlo al ambiente para que se dé el proceso de comunicación y de asimilación entre el observador y lo observado (obra de arte).  De esta manera el equipo que organiza los montajes de las exposiciones (Museólogo, conservador, educador, entre otros) deben ver al visitante como un ser de especial interés en los espacios de los museos, que él se sienta a gusto, se inspire y pueda a través de esta relación existir un aprendizaje significativo.

c)                            Las condiciones anteriores no garantizan por sí solas que el alumno pueda realizar aprendizajes significativos, si no cuenta en su estructura cognoscitiva con los conocimientos previos necesarios y dispuestos (activados), donde enlazar los nuevos aprendizajes propuestos. De manera que se requiere una base previa suficiente para acercarse al aprendizaje en un primer momento y que haga posible establecer las relaciones necesarias para aprender."  (Sánchez, 1995: 23)

            Por tal motivo, al hacer referencia a los ambientes museísticos todo público adquiere un aprendizaje dentro de las salas donde se exhiben las colecciones, ya que existe un aprendizaje previo a base de vivencias o investigaciones personales. Y es allí, junto con las obras artísticas y el escenario expuesto existe una asimilación de enseñanza absorbida por el contemplador donde se entrelazan los viejos y nuevos aprendizajes para el goce interno.

            Por otra parte, Ausubel (2002) plantea algunas ventajas del aprendizaje significativo:

-          Produce una retención más duradera de la información.
-          Facilita el adquirir nuevos conocimientos relacionados con los anteriormente adquiridos de forma significativa, ya que al estar claros en la estructura cognitiva se facilita la retención del nuevo contenido.
-          La nueva información al ser relacionada con la anterior, es guardada en la memoria a largo plazo.
-          Es activo, pues depende de la asimilación de las actividades de aprendizaje por parte del alumno.
-          Es personal, ya que la significación de aprendizaje depende de los recursos cognitivos del estudiante.

En atención a lo antes expuesto, los Museos son ambientes naturales de aprendizaje significativo porque involucran la curiosidad, la sorpresa, el descubrimiento, la observación, los sentidos, la puesta en relación de ideas e imágenes. La educación en museos debe incentivar a los visitantes para que se estimule sus capacidades de reflexión y construcción del conocimiento a todo lo largo de su vida, evitando hacerle el juego a la educación memorística que impone un contenido fabricado externamente y sustentado en la autoridad.

             Para finalizar, todos y cada uno de los pasos antes nombrados dan un entendimiento en cuanto a lo que se pretende buscar en los museos, es decir, que los visitantes espectadores puedan tener en las salas expositivas un encuentro con el arte, la historia, y a su vez, consigo mismo educándose por medio de las obras en sí, los diversos elementos didácticos y técnicos que se exhiben dentro de estos espacios. Por tal razón, las actividades de guía y orientación en cualquier ambiente educativo es una actividad fundamental para cualquier acto de aprendizaje ya que la persona focaliza la idea y los conceptos para que exista un proceso de atención y codificación dando como resultado un aprendizaje significativo (Díaz y Hernández, 2006: 146))

Bibliografía Consultada

Ausubel, D.P. (2002). Adquisición y retención del conocimiento. Una perspectiva Cognitiva. Ediciones Paidos. Barcelona.

Díaz Frida y Hernández Gerardo (2006).  Estrategias docentes para un aprendizaje significativo. 2da. Edición. McGraw-Hill Interamericana. México

Manual de la educación. (1997). Editorial Océano. Barcelona.

Sánchez, Iniesta. (1995). La construcción del aprendizaje en el aula. Bs. As. Magisterio de Río de la Plata.

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